Cuando tenemos un dolor de espalda, daños repetitivos por stress, efectos posteriores de algún infarto, una situación emocional que se refleja en algún síntoma físico, etc...
¿por qué estaríamos interesados en aprender si estamos frente un problema de salud?
Generalmente cualquier dolor o molestia proviene de, al menos, 2 tipos de fuerzas:
a) condiciones físicas específicas
b) elecciones inconscientes que hacemos para organizar nuestro cuerpo y nuestros movimientos
Si consideramos como ejemplo un dolor de espaldas, puede haber resultado de una combinación de músculos inflamados o por una hernia de disco que presiona un nervio (condición física) y una tendencia inconsciente nuestra a resistir a algún movimiento o mantener alguna zona fija y no incluirla en una acción cotidiana
hábitos que fuimos desarrollando por un sinnúmero de razones a lo largo de la vida y que en este momento, nuestro cuerpo nos está avisando que algo tenemos que cambiar
Si abordamos el problema sólo desde el lugar médico y delegamos en el profesional toda nuestra solución, estamos actuando de manera incompleta. Estamos olvidando a ser activos en la búsqueda de nuestra propia salud.
Por supuesto que es indispensable la consulta profesional y eso no está en duda.
Sólo que, si aprendemos además, desde la toma de conciencia y notando cómo funciona nuestro cuerpo, ganamos la posibilidad de construir autoconciencia y mejorar nuestro funcionamiento .
La falta de autoconciencia nos impone limitaciones a todos nosotros.
“Si no sabemos lo que hacemos, no podremos hacer lo que queremos”
Si queremos ser esencialmente quienes somos, necesitamos aprender a conocernos ya que tenemos recursos propios que, a veces, ni desplegamos
Movimientos pobremente organizados juegan un papel muy significativo en los problemas
Por ejemplo, si por distintas razones ( timidez, desconocimiento, temas vinculares, alguna operación, etc) vamos perdiendo la movilidad de nuestros hombros para caminar, no utilizamos esa relación de contraposición necesaria biodinámicamente con la pelvis para alivianar el peso en las piernas . Esto puede provocar daños a nuestras caderas o rodillas que deben soportar todo el peso que no se reparte
Aún personas que padecen otras patologías como fibromialgia, limitaciones neurológicas, respiratorias, circulatorias, emocionales pueden beneficiarse mucho a través de esta educación somática ya que el concepto soma se refiere ese “cuerpo vivo”, a esa maravillosa y compleja unidad que somos cada uno de los seres humanos,
Nuestras emociones, pensamientos, sentimientos y acciones conviven y se interrelacionan de manera que no existen los unos sin los otros
Nuestra postura, respiración, tono muscular, comodidad o incomodidad visceral, sensaciones al movernos, determinan cómo experimentamos la vida.
Es por ello que este aprendizaje orgánico desde el movimiento, es aconsejable para todos
Los beneficios no se limitan a aquellas personas heridas o enfermas.
La auto-exploración y el auto-mejoramiento, puede ser utilizado incluso por aquellas personas que quieren optimizar su rendimiento y posibilidades en el deporte, en la música, en la danza (atletas, intérpretes, bailarines)
Es importante también para aquellas personas que por su actividad deben permanecer muchas horas fijas en algunas posiciones, o con actividades sedentarias
Lo que se puede aprender a través de este trabajo sirve para mejorar la salud, el estado de ánimo y la capacidad de superar dificultades, dolores o ansiedad. Asimismo ofrece valiosas herramientas para gestionar cambios o situaciones nuevas
“todos guardamos extraordinarias capacidades dentro de nosotros y que lo que hace falta es un método apropiado y un poco de dedicación para desarrollar nuestro entero potencial.El movimiento, es clave en este proceso”. Moshe Feldenkrais