jueves, 1 de agosto de 2013
La posibilidad de cambiar
La mayoría de personas nos movemos en lo cotidiano, haciendo nuestras tareas, de manera más o menos satisfactoria hasta que comenzamos a sentir molestias o dolores
Allí nos sentimos frustrados, limitados y empezamos a creer que eso es estático o permanente, que no podemos resolver nada, que todo depende de algún medico o algo externo que nos de una solución.
Hasta podemos pensar que nuestro destino a partir de ahora es vivir así, que es por la edad, o que nosotros “somos” de tal o cual manera, o que “tenemos” tal o cual problema, o que nuestra actividad hace que suframos las consecuencias por las posiciones en las que permanecemos mucho tiempo.
Es decir, ponemos muchas excusas para renunciar a vivir con más vitalidad o quizás no sabemos que hay maneras de modificar nuestros hábitos, por la capacidad de reaprender de nuestro sistema nervioso.
La plasticidad del mismo, se esta estudiando científicamente desde hace relativamente pocos años y modernas teorías lo están avalando
Es decir, que creando las condiciones apropiadas, podemos modificar profundamente actitudes, percepciones, posturas, potenciando el uso de posibilidades que ni sabíamos que teníamos
En ese sentido, el Método Feldenkrais crea las condiciones para que cada persona investigue sus propios movimientos, incorpore otras alternativas, partiendo de el mayor de los respetos por si mismo y buscando nuevas maneras de hacer.
Al tener opciones ya no somos “esclavos” de nuestros patrones que hemos ido fijando a lo largo de la vida, sino vamos agregando posibilidades de movimientos.
Redistribuimos nuestros movimientos incluyendo lugares de nuestro cuerpo que no usábamos y esto nos otorga libertad.
(Para poder ser libres necesitamos, al menos, más de una manera u opción para poder elegir cualquier cosa)
Esta actividad propone la ejecución de secuencias de movimientos suaves, lentas, principalmente en el suelo, tomadas de la observación de los bebes en su aprendizaje evolutivo y suelen ser muy placenteras y efectivas en cuanto a la modificación profunda de hábitos
Se busca el accionar sin esfuerzo, porque de esa manera es cuando el aprendizaje se traslada a nuestra vida cotidiana y resulta en movimientos eficientes, sin desgastes innecesarios de energía ni de daños de nuestros huesos, músculos u órganos
Entonces, desde el movimiento y la toma de conciencia, se nos amplia la posibilidad de cambiar la mirada o la percepción de nuestro cuerpo, nuestros vínculos con los otros, con el entorno, con nuestro trabajo….con la vida misma
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